24/10/2013
Informe de resultados
Sondeo “Etiquetado de los alimentos”
Muestra: 528 respuestas, recogidas a través de internet y limitadas a una respuesta por ordenador (control por IP). Sondeo sin estratificación en edades, sexo o geografía y, por tanto, sin valor estadístico. El núcleo principal de encuestados se sitúa entre los 31 y los 60 años, siendo un 59% mujeres y un 41% hombres y habiéndose respondido de forma mayoritaria entre Madrid y la Comunidad Valenciana.
PREGUNTA 1
Cuando en el etiquetado de los alimentos se describen las instrucciones de conservación y/o almacenamiento ¿Usted las lee?
Esta pregunta muestra un resultado realmente positivo, ya que la mayoría (52%) de sondeados indica no sólo que lee el etiquetado, sino que, además, sigue las indicaciones que en él se hacen. Pese a ello, queda un resquicio de inquietud al ver que la segunda respuesta con más apoyos (con un 25%) es la que señala que sólo leen las etiquetas en caso de tener alguna duda. Ya en porcentajes menores, algo más del 15% indica que sólo las leen a veces, mientras que a penas alrededor de un 3,5% señala que las lee pero no les hace mucho caso o que, directamente, no las lee nunca.
Evidentemente, es necesario seguir incidiendo en campañas informativas para que esas personas (casi la mitad) que todavía no son constantes en cuanto a observar el etiquetado con detenimiento, adquieran el hábito y sean conscientes de la importancia que tiene de cara a conocer los productos que consumimos.
Gráfico 1
PREGUNTA 2
La fecha de caducidad se utiliza en...
Por desgracia, sólo un pequeño número de encuestados ha respondido correctamente a esta pregunta. En concreto, algo menos del 6% tiene claro que la fecha de caducidad se coloca en alimentos que se estropean rápido (muy perecederos) como carnes o pescados frescos. Por el contrario, más del 44% cree que este etiquetado se incluye en todos los alimentos, sin tener en cuenta la existencia de la fecha de consumo preferente. El resto de respuestas (algo más del 48%) confunden en alguna medida a qué productos afecta la fecha de caducidad: más del 7% cree que se ponen en todos los alimentos frescos; el 11% entiende que se coloca en alimentos enlatados, refrigerados y congelados; y más del 30% indica que tanto esas dos como la correcta son respuestas válidas.
Gráfico 2
PREGUNTA 3
La fecha de caducidad hace referencia a que...
Por contra, en este caso no hay prácticamente dudas entre los consumidores en cuanto a la respuesta. Una abrumadora mayoría (83%) acierta al considerar que esa fecha supone que, una vez pasada, el consumo del producto puede suponer un riesgo para la salud. Así, solo algo menos del 17% confunde esa definición con la de consumo preferente. Este dato es muy importante por dos razones: la primera, porque conocer el significado de esa fecha reduce el riesgo de sufrir alguna intoxicación alimentaria y, la segunda, porque permite una gestión más responsable de los alimentos y evitar así su desperdicio.
Gráfico 3
PREGUNTA 4
La frase “consumir preferentemente antes de”, indica...
Igualmente, más del 81% responde correctamente a esta pregunta, coincidiendo en que esta fecha tiene relación con las propiedades de calidad del producto y no con la seguridad alimentaria del mismo. Frente a ellos, sólo algo más del 18% cree que el consumo de productos una vez pasada la fecha de consumo preferente puede tener riesgos para la salud.
Gráfico 4
PREGUNTA 5
En casa, si un alimento ha pasado su fecha de caducidad, ¿qué suele hacer?
Consultados al respecto de la actitud de los ciudadanos sobre el consumo de productos cuya fecha de caducidad haya pasado, más de la mitad de los sondeados indican que lo consumen si han pasado de uno a tres días y sus características (olor, sabor, aspecto) no han cambiado. Incluso, más del 25% alarga ese plazo a más de una semana, siempre haciendo esas comprobaciones previas. Por tanto, casi el 80% de los ciudadanos consumen productos caducados si consideran que sus características son adecuadas, mientras que el resto tira el producto a la basura.
Es interesante incidir en el hecho de que pese a que, tal y como se observa en la pregunta 3, los ciudadanos son conscientes de que el consumo de alimentos una vez pasada la fecha de caducidad puede conllevar riesgos para la salud, una amplia mayoría los consume basándose únicamente en su sentido común (haciendo unas comprobaciones básicas en cuanto a su olor, sabor y aspecto), sin tener en cuenta esos posibles riesgos. Esto, además, es un indicativo de que, la mayoría de consumidores trata de evitar en la medida de lo posible el desperdicio de alimentos, si bien es cierto que si la planificación no es correcta, los productos podrían caducar por encima de esos tres días o una semana de plazo, lo cual llevaría finalmente al consumidor a desechar el producto en la mayoría de casos. De ahí la importancia de planificar nuestra despensa para que lo primero que entre a ella sea lo primero que salga.
Gráfico 5
PREGUNTA 6
En casa, si un alimento ha pasado su fecha de consumo preferente ¿qué suele hacer?
Más mayoritaria todavía es la respuesta de los consumidores sobre el consumo de productos cuya fecha de consumo preferente ha pasado: el 93% decide consumirlos, haya pasado más de una semana (52%) o menos de una semana (41%) desde esa fecha, y siempre que no tenga mal color, sabor o aspecto. Tan solo un 6% decide tirar estos productos.
En este caso, hay que recalcar que la actuación es muy positiva, ya que, al no existir riesgos para la salud en los alimentos marcados con fecha de consumo preferente, lo ideal es comprobar sus características básicas y, de ser aceptables para nosotros en relación a su calidad, consumirlos.
Nuevamente se comprueba que la amplia mayoría trata de evitar tirar alimentos a la basura, con lo que, de nuevo, parece que la planificación se plantea como la clave principal, de cara a evitar que los productos pasen sus fechas de caducidad o consumo preferente y, en caso de que se pasen, nos demos cuenta lo antes posible.
Gráfico 6