Implicaciones medioambientales del desperdicio de alimentos
12/12/2014 |
Cuando se pierde o se desperdicia un alimento, también se desperdician todos los recursos que se han utilizado para producirlos (agua, tierra, energía), al mismo tiempo que se desperdician las calorías y nutrientes que contienen. En este artículo hacemos un breve repaso de las implicaciones medioambientales asociadas a la producción de alimentos y la cantidad de recursos que se utilizan en balde para producir alimentos que nadie aprovecha; recursos que, de gestionarse de forma responsable, podrían emplearse para asegurar el abastecimiento de alimentos, el cual se encuentra gravemente comprometido por la limitación de los recursos naturales.
La huella de carbono de la pérdida y el desperdicio de alimentos, en términos generales, se estima en 3.300 millones toneladas de CO2 liberadas a la atmósfera: para tener una idea, esto significa que el despilfarro de alimentos es el tercer emisor de GEI, después de EE.UU. y China. En cuanto a la huella de agua, (es decir, el consumo de los recursos hídricos superficiales y subterráneos), el volumen de agua utilizada en producir alimentos que terminarán en la basura es de 250 km3, esto equivale al caudal anual del río Volga, o bien, tres veces el volumen del lago de Ginebra. Los alimentos producidos en vano ocupan casi 1,4 millones de hectáreas de tierra; esto representa cerca de 30% de la superficie agrícola del mundo1.
A lo anterior hay que añadir que sólo un bajo porcentaje de los alimentos que se tiran, se utilizan para hacer compost. La mayoría de ellos termina en los vertederos y representa un alto porcentaje de los residuos sólidos urbanos. Además de las complicaciones y costes que tienen la gestión de los vertederos, estos desperdicios contribuyen a la emisión de gases efecto invernadero -GEI-2 .
Tierra
Los alimentos que se desechan en los países ricos e industrializados, generan una presión global sobre los recursos agrícolas porque la demanda de tierra en una parte del mundo, tiene consecuencias sobre el uso del suelo en otros lugares. Cuando los consumidores de los países ricos compran aproximadamente un 25% más de los alimentos que son capaces de consumir, están ocupando tierras que podrían utilizarse para satisfacer la demanda de otros productos agrícolas3. Esta situación lleva a los países en desarrollo producir alimentos para los países ricos, a expensas de alimentar su propia población, lo que refuerza el círculo vicioso de la pobreza y malnutrición, porque los habitantes de estos países no se benefician de los mercados globales. |
Los alimentos que se desechan en los países ricos e industrializados, generan una presión global sobre los recursos agrícolas porque la demanda de tierra en una parte del mundo, tiene consecuencias sobre el uso del suelo en otros lugares. Cuando los consumidores de los países ricos compran aproximadamente un 25% más de los alimentos que son capaces de consumir, están ocupando tierras que podrían utilizarse para satisfacer la demanda de otros productos agrícolas . Esta situación lleva a los países en desarrollo producir alimentos para los países ricos, a expensas de alimentar su propia población, lo que refuerza el círculo vicioso de la pobreza y malnutrición, porque los habitantes de estos países no se benefician de los mercados globales.
Agua
El desperdicio de alimentos puede medirse, también, por la cantidad de agua empleada en los cultivos que posteriormente formarán parte de la basura. Como todos sabemos, la escasez de agua es uno de los problemas más grandes a los que nos enfrentamos y, en muchos países, se han puesto en marcha campañas para ahorrar y hacer un uso responsable de este preciado líquido. Sin embargo, cuando se despilfarran alimentos esto supone, también, desperdiciar agua.
Si cerca del 30% de los alimentos producidos en el mundo se pierden y/o desperdician esto significa, en términos de pérdida de agua, el desperdicio de 670 trillones de litros de agua extraída de ríos, lagos y pozos (sólo agua de irrigación, no de lluvia), los cuales servirían para abastecer a 9.000 millones de personas que gastan 200 litros diarios. Este cálculo sólo incluye el agua utilizada para el riego, sin contar toda aquella agua que se utiliza para las otras fases de la cadena de suministros; si incluyéramos dichas fases el cálculo sería mayor. En términos generales se estima que, una caloría de comida ahorrada puede entrañar un ahorro energético siete veces mayor a lo largo de todo su ciclo.
Uso de combustibles fósiles
La industrialización de la agricultura y la ganadería orientada a abastecer los mercados de la abundancia de los países industrializados, ha favorecido la consolidación de un sistema agroalimentario dependiente del uso de combustibles fósiles (gracias a la disponibilidad de petróleo barato), que a lo largo del último siglo, ha visto incrementado el consumo energético asociado a la producción de alimentos. Estos cambios han promovido la configuración de un sistema agrario que se caracteriza por:
• La intensificación de la producción y la reducción de la agrobiodiversidad (monocultivos) • Mayor inversión de energía fósil por el uso de fertilizantes, fitosanitarios, combustible para maquinaria, etc. • Desarrollo de un sector ganadero al margen del territorio y de la actividad agrícola. |
Las implicaciones del elevado consumo energético de la actividad agraria son muy diversas y van desde el agotamiento de los combustibles fósiles y otros recursos naturales, hasta las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)4. Todo ello contribuye a la degradación ambiental y la emisión de gases a la atmósfera.
Gestión de residuos
Los impactos ambientales de la producción innecesaria de los alimentos deben estudiarse también desde la gestión de residuos. Los costos ambientales de los residuos de alimentos también incluyen las emisiones de metano de vertederos que contribuyen al cambio climático. En términos económicos, el desperdicio de alimentos significa invertir recursos para el mantenimiento de los vertederos y la gestión de los residuos (transporte, separación, tratamiento)5.
1FAO. Food wastage footprints: Impact on natural resources.
2Despilfarro de alimentos: datos y cifras clave. http://www.fao.org/news/story/es/item/196450/icode/
3Stuart, T. 2011. Despilfarro: el escándalo global de la comida. Alianza Editorial. Madrid. Pag 117 – 128.
1FAO. Food wastage footprints: Impact on natural resources.
2Despilfarro de alimentos: datos y cifras clave. http://www.fao.org/news/story/es/item/196450/icode/
3Stuart, T. 2011. Despilfarro: el escándalo global de la comida. Alianza Editorial. Madrid. Pag 117 – 128.
4Heras, M. 2010. Cuando el olmo pide peras. Ingeniería sin Fronteras.
5Nellemann, C. et al. February 2009. The environmental food crisis – The environment’s role in averting future food crises. A UNEP rapid response assessment. United Nations Environment Programme, GRID-Arendal. http://www.grida.no/files/publications/FoodCrisis_lores.pdf
5Nellemann, C. et al. February 2009. The environmental food crisis – The environment’s role in averting future food crises. A UNEP rapid response assessment. United Nations Environment Programme, GRID-Arendal. http://www.grida.no/files/publications/FoodCrisis_lores.pdf